El anciano que vive al lado del problema es precisamente la habitación de Pandora. ¡Nana, que fue encarcelada en la morada de un monstruo, ha sido víctima de un curso de entrenamiento turbio y tortuoso! ¡El olor emitido invade los sentidos olfativos y el cerebro en el menor tiempo posible y paraliza el cuerpo! Incluso si sus brazos y piernas fueran restringidos y rechazados, su razón no podría seguir el ritmo del placer impartido por el apestoso abrazo. El sucio palo de carne la empuja y su desesperada vida de entrenamiento se convierte en una obediente esclava sexual. Otra hermosa chica ha caído del mundo...