Reiko lleva medio año divorciada de su marido. Durante este tiempo, porque temía que su hijo estuviera triste, nunca pensó en encontrar otro hombre en quien confiar. Su hijo ha llegado a la edad adulta y está empezando a aprender sobre cosas de adultos. Siempre tenía que contener su deseo sexual hasta ver la enorme polla de su hijo. El olor a semen que hacía mucho tiempo que no olía la hacía olvidarse de todo y sólo saber satisfacer su propio deseo...