Karen viaja por todo el país con su marido, Toru. De camino a casa desde el trabajo, conoció a Keisuke, un joven que vivía al lado, y lo invitó a su casa. Keisuke, que está fascinado por la ropa desnuda que cuelga en la habitación, finge que su trabajo es simplemente bailar. Al día siguiente, sin prestar atención a Keisuke en el cine, comienza la proyección en blanco y negro y Karen llega a su clímax. Keisuke está confundido por la apariencia obscena de la hermosa joven esposa a la que ha hechizado, pero cuando se entera de la partida de Karen, va al teatro el último día y desafía la presentación prohibida del disco en vivo.