Charly y Mickey sostienen la consola de juegos y no dejan que Billy o Joshua jueguen ni un segundo. Para ajustar cuentas, el grupo de hermanastros hace un trato y quien obtenga la puntuación más alta en el juego se queda con la consola por el resto del día. Después de que Billy y Joshua ganan de forma aplastante, se les ocurre la brillante idea de apostar por una ganga... Si Charley y Mickey les permitieran tener relaciones sexuales, podrían tener la consola durante un mes entero.